Disfunciones Sexuales Deseo sexual hipoactivo
jueves, 27 de octubre de 2016
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Los errores que cometemos al elegir pareja.
martes, 22 de marzo de 2016
Disfunciones Sexuales - Deseo sexual hipoactivo
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Cali Colombia.
El sexo como
actividad placentera y no solamente reproductiva es una condición humana y a pesar de ser
placentera son más los problemas, conflictos que trae a los seres humanos. Casi todas las
personas tienen relaciones sexuales sin estar conscientes de todas las
variables que pueden afectar dicha conducta y más cuando elegimos pareja para
compartir nuestras vidas.
Muchas de
las personas al iniciar o mantener una relación de pareja, desconocen las expectativas, que uno tiene del otro, así
como las señales propias de los rituales de seducción sexual, ya que muchas de
ellas son inconscientes y las que se
podrían expresar no se comunican por
considerarlas obvias, o bien, se comunican de forma muy sutiles, esta
ambigüedad se presta para muchas interpretaciones.
El
desarrollo adecuado de la sexualidad a lo largo de la vida del individuo es un
indicador de bienestar psicológico, la capacidad para disfrutar la conducta sexual
y reproductiva requiere de estar libre
de temor, vergüenza, culpa y otros factores psicopatológicos que inhiben la
respuesta sexual y limitan las relaciones, y
el de no tener enfermedades, o
limitaciones orgánicas que interfieran con la salud sexual y/o reproductiva
Disfunciones sexuales
Se define como disfunción sexual los
problemas que ocurren durante cualquier fase del ciclo de respuesta sexual
(deseo, excitación, orgasmo y resolución) que impiden a un individuo o a una
pareja experimentar satisfacción de la actividad sexual. Son relativamente
comunes y pueden afectar a personas de cualquier edad y género, aunque su
incidencia aumenta con la edad.
Las
disfunciones sexuales pueden tener causas físicas, psicológicas o una
combinación de ambas.
Tipos comunes de disfunciones sexuales:
Trastornos del deseo sexual:
Deseo
sexual hipoactivo: Falta o disminución del deseo o interés en
la actividad sexual. Puede afectar a hombres y mujeres. Mas information
Trastornos de la excitación sexual:
Disfunción
eréctil (en hombres): Incapacidad para lograr o mantener una
erección suficiente para el coito.
Trastorno
de la excitación sexual femenina: Dificultad para lograr o
mantener la excitación sexual, lo que puede manifestarse como falta de
lubricación, hinchazón genital o sensaciones placenteras.
Trastornos del orgasmo:
Eyaculación
precoz (en hombres): Eyaculación que ocurre demasiado pronto, con
mínima estimulación, antes de que el hombre lo desee.
Eyaculación
retardada o ausente (en hombres): Dificultad o imposibilidad
de eyacular a pesar de la estimulación suficiente y el deseo.
Trastorno
orgásmico femenino: Dificultad persistente o recurrente para
alcanzar el orgasmo después de una fase de excitación sexual normal.
Trastornos de dolor sexual:
Dispáreunia:
Dolor persistente o recurrente asociado con la actividad sexual, tanto en
hombres como en mujeres (aunque más común en mujeres).
Vaginismo:
Espasmo involuntario de los músculos alrededor de la vagina que dificulta o
imposibilita la penetración.
Vulvodinia:
Dolor crónico en el área vulvar sin causa identificable.
Causas de las disfunciones sexuales:
Causas físicas:
Enfermedades
crónicas (diabetes, enfermedades cardíacas, neurológicas).
Desequilibrios
hormonales (menopausia, niveles bajos de testosterona).
Efectos
secundarios de medicamentos (antidepresivos, antihipertensivos).
Consumo
de alcohol, tabaco o drogas.
Cirugías
o lesiones que afecten los órganos sexuales o la pelvis.
Causas psicológicas:
Estrés,
ansiedad, depresión.
Problemas
de relación o comunicación con la pareja.
Antecedentes
de abuso sexual o trauma.
Culpa,
vergüenza o creencias religiosas/culturales negativas sobre el sexo.
Ansiedad
de rendimiento.
Problemas
de imagen corporal.
Diagnóstico y tratamiento:
El
diagnóstico generalmente implica una historia clínica detallada, un examen
físico y, en algunos casos, análisis de sangre u otras pruebas para identificar
causas físicas. A menudo, también es útil una
evaluación psicológica o sexual.
El
tratamiento depende de la causa subyacente y el tipo específico de disfunción.
Puede incluir:
Tratamiento médico:
Medicamentos (como Sildenafil para la disfunción eréctil), terapia hormonal,
tratamiento de enfermedades subyacentes.
Terapia psicológica o sexual:
Terapia individual o de pareja, terapia sexual específica, técnicas
conductuales, educación sobre la sexualidad.
Cambios en el estilo de vida:
Reducir el estrés, mejorar la dieta, hacer ejercicio, limitar el consumo de
sustancias.
Es
importante buscar ayuda profesional tan pronto como pueda si experimenta una disfunción sexual, ya
que entre más tiempo se
tome en hacerlo, más complejo será el tratamiento. abordar
estos problemas puede mejorar significativamente la calidad de vida y las
relaciones.
Trastornos
del deseo sexual:
Deseo sexual hipoactivo. (DSH)
Disfunción que caracterizada por una ausencia o marcada reducción persistente o recurrente de pensamientos o fantasías sexuales y del deseo de actividad sexual. Es importante destacar que, para ser diagnosticado como un trastorno, esta falta de deseo debe causar una marcada angustia personal o dificultades interpersonales, y no ser mejor explicada por otra condición médica o mental, el efecto de una sustancia o un medicamento, o estar mejor justificada por otro trastorno sexual.
Es una de las disfunciones sexuales que se han ido incrementando en mi consulta, afectando tanto a hombres como a mujeres, a estas con mayor frecuencia.
Características Principales:
Reducción o ausencia de deseo: Falta de interés o motivación para participar en cualquier forma de actividad sexual, incluyendo el sexo en pareja y la masturbación.
Pocas o ninguna fantasía sexual: Disminución notable o ausencia de pensamientos o fantasías de naturaleza erótica.
Angustia significativa: La falta de deseo causa malestar, preocupación, tristeza, frustración o dificultades en la relación de pareja. Este es un criterio diagnóstico esencial; una persona con bajo deseo que no se siente angustiada por ello generalmente no sería diagnosticada con DSH.
Persistencia: Los síntomas deben haber estado presentes durante un período mínimo, de seis meses, y causar angustia clínicamente significativa.
Causas del Deseo Sexual Hipoactivo:
Las causas son multifactoriales y pueden ser físicas, psicológicas, relacionadas con la pareja o con el estilo de vida:
Causas Físicas o Médicas:
Problemas hormonales: Niveles bajos de testosterona (en ambos sexos, aunque más estudiado en hombres), cambios hormonales relacionados con la menopausia, el embarazo o la lactancia
Condiciones médicas crónicas: Enfermedades cardíacas, diabetes, hipertensión, cáncer, enfermedades neurológicas (como esclerosis múltiple), problemas tiroideos.
Medicamentos: Antidepresivos (especialmente los ISRS), antihipertensivos, opiáceos, algunos anticonceptivos hormonales.
Enfermedades del sueño: Apnea del sueño.
Dolor crónico: Puede disminuir el deseo.
Enfermedades sexuales o ginecológicas/urológicas: Dolor durante el coito (dispareunia), sequedad vaginal.
Causas Psicológicas:
Trastornos del estado de ánimo: Depresión, ansiedad
Estrés: Estrés crónico relacionado con el trabajo, las finanzas o la vida diaria.
Antecedentes de trauma o abuso sexual: Experiencias pasadas pueden tener un impacto duradero en el deseo.
Problemas de imagen corporal o baja autoestima.
Creencias negativas sobre el sexo: Educación sexual restrictiva, culpa o vergüenza asociadas a la sexualidad.
Ansiedad de rendimiento sexual.
Causas Relacionales:
Problemas de comunicación con la pareja.
Conflictos no resueltos en la relación.
Falta de conexión emocional con la pareja.
Rutina o aburrimiento en la vida sexual de la pareja.
Problemas sexuales en la pareja:
Disfunción eréctil,
dolor durante el sexo, eyaculación precoz u otros problemas que dificulten una
experiencia sexual satisfactoria para ambos.
Estilo de Vida:
Falta de sueño adecuado.
Dieta pobre y falta de ejercicio.
Consumo excesivo de alcohol, tabaco o drogas
recreativas.
Diagnóstico:
El diagnóstico del deseo sexual hipoactivo se basa en una evaluación clínica completa realizada por un profesional de la salud (médico, urólogo, ginecólogo, terapeuta sexual o psicólogo). El proceso incluye:
Historia clínica detallada: Preguntas sobre el historial médico, historial sexual (incluyendo experiencias pasadas, patrones de deseo a lo largo del tiempo, fantasías, prácticas), historial de relaciones, estado emocional y psicológico, medicamentos que se estén tomando y hábitos de estilo de vida.
Examen físico: Puede ayudar a identificar o descartar causas físicas subyacentes, como desequilibrios hormonales o problemas ginecológicos/urológicos.
Análisis de laboratorio: Pueden incluir análisis de sangre para verificar niveles hormonales (testosterona, estrógeno, hormona tiroidea, prolactina) o para detectar condiciones como diabetes.
Cuestionarios estandarizados: manual del inventario de actitudes es de Eysenck, mide variables como, permisividad, liberalismo, satisfacción sexual, excitación sexual, sexo impersonal, timidez o inseguridad sexual, puritanismo, pornografía, sexo físico y sexo neurótico.
que ayuda a evaluar la naturaleza y el impacto del bajo deseo.
Prueba de personalidad MMPI2, mide entre otras variables, depresión, ansiedad,
impulsividad. Regularmente asociadas con dificultades sexuales.
Cuestionario de creencias irracionales, IBT.
Evaluación psicológica/relacional: Determinar si hay factores psicológicos o de relación de pareja contribuyentes.
Es crucial descartar otras condiciones médicas o psiquiátricas y asegurarse de que la falta de deseo no sea un efecto secundario esperado de un medicamento o esté mejor explicada por otro trastorno sexual (por ejemplo, si el bajo deseo es secundario a un dolor severo durante el coito).
Tratamiento:
El tratamiento del DSH es individualizado y se dirige a las causas subyacentes identificadas. Puede incluir una o una combinación de las siguientes estrategias:
Terapia sexual: Aborda directamente los problemas sexuales, la comunicación en la pareja, las técnicas sexuales y la educación sobre la respuesta sexual. Puede ser individual o de pareja.
Psicoterapia: Útil si el DSH está relacionado con problemas de salud mental como
depresión, ansiedad, trauma o problemas de autoestima. En mi caso utilizo
terapias de tipo conductual TCC
Terapia de pareja: Mejora la comunicación, resuelve conflictos y reconstruye la intimidad emocional.
Tratamiento Médico:
Ajuste de medicación: Si un medicamento está causando el bajo deseo, el médico puede ajustar la dosis o cambiar a una alternativa, si es posible.
Terapia hormonal: En casos de deficiencias hormonales confirmadas
(por ejemplo, testosterona baja en hombres o mujeres posmenopáusicas con bajo
deseo y angustia), se puede considerar la terapia de reemplazo hormonal.
Medicamentos específicos:
Flibanserina (Addyi): Aprobado en algunos países para
el DSH generalizado adquirido en mujeres premenopáusicas sin otras causas
médicas o psiquiátricas. Actúa sobre neurotransmisores en el cerebro.
Bremelanotida (Vyleesi): Un inyectable para el DSH
generalizado adquirido en mujeres premenopáusicas.
Es importante destacar que la respuesta a estos
medicamentos es variable y pueden tener efectos secundarios.
Tratamiento de condiciones médicas subyacentes:
Controlar la diabetes, la presión arterial, tratar problemas tiroideos, etc.
Lubricantes o hidratantes vaginales: Para la sequedad,
que puede hacer el sexo incómodo y reducir el deseo.
Cambios en el Estilo de Vida y Estrategias Personales:
Manejo del estrés: Técnicas de relajación, mindfulness, yoga.
Ejercicio regular: Mejora el estado de ánimo, la
imagen corporal y la salud general.
Dieta equilibrada y sueño adecuado.
Evitar alcohol y drogas en exceso.
Comunicación abierta con la
pareja.
Dedicar tiempo a la intimidad y explorar nuevas formas
de actividad sexual.
Es fundamental abordar el DSH de manera integral, considerando todos los
posibles factores contribuyentes para lograr el mejor resultado. La consulta
con un profesional de la salud es el primer paso para un diagnóstico y plan de
tratamiento adecuados